Los pollos son los animales más maltratados del planeta, criados en minúsculas jaulas y tratados con grandes cantidades de antibióticos y medicamentos para mantenerlos con vida bajo condiciones que, de otro modo, los matarían.
Se les hace crecer tan grandes y tan rápido que, a menudo, quedan lisiados por su propio peso, pero en 41 días han de estar listos para pasar a las bandejas de plástico de los supermercados.
Hacinados en camiones que los transportan al matadero, a través de climas extremos, sin comida ni agua, a muchos de ellos se les rompen patas y alas en el proceso. Finalmente son colgados boca abajo y degollados, o simplemente escaldados hasta morir en tanques para desplumar.
Las gallinas ponedoras no corren mejor suerte, suelen vivir una media de 2 años en jaulas de 15 centímetros, apiladas en varios niveles y dispuestas en pasillos, dentro de pabellones de crianza. Cintas transportadoras llevan la comida y el agua, y retiran los huevos y el excremento.
Dado que se encuentran totalmente estresadas, se les mantiene casi en oscuridad y se les corta el pico, justo a nivel de las terminaciones nerviosas, para evitar que se picoteen entre ellas hasta morir. La tela metálica de las jaulas les despluma, les irrita la piel y las deja lisiadas, además sufren deshidratación, descalcificación, peritonitis, enfermedades respiratorias, infecciones bacterianas y ataques cardíacos.
41 días, 15 centímetros, eso es lo que comemos
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Por otra parte, tengo intención de conservar los lugares que visito en el mejor estado posible y durante el mayor tiempo posible, por ello no doy localizaciones, a parte de los sitios muy conocidos, y por ello muy vandalizados, cuya ubicación ya cito en los textos.
No saqueo, no robo, por supuesto respeto las cerraduras que están cerradas, no rompo cosas, paso por el sitio dejándolo intacto, solo hago fotografías y disfruto mucho de lo que me rodea.