martes, 22 de agosto de 2017

LA SALADA, EL OTRO VALLE DE LOS CAÍDOS


En el año 1970, el Ministerio de Defensa inicia el proyecto de una amplia red de dispersión troposférica y de microondas para enlazar a las autoridades al más alto nivel. A dicho proyecto se le denominó Red Territorial de Mando o RTM.

Con la necesidad de enlazar la capitanía de Valencia con el cuartel general del ejército en Madrid mediante la utilización de microondas y así mismo hacer de puente con la capitanía de Mallorca se busca un sitio adecuado para poder instalar el repetidor.

Este repetidor denominado CT-6 se instaló en el Vértice Salada, tenía visión directa con Valencia y mediante dispersión troposférica enlazaba con otro repetidor situado en el Puig Major de Mallorca para su enlace con la capitanía de Baleares. Así mismo el CT-6 enlazaba con el repetidor situado en el Montseny en Barcelona y con el situado en Sierra Espuña en Murcia. Sus potentes focos eran vistos a mucha distancia, desde Valencia se visualizaban muy nítidamente (Distancia Salada-Valencia en línea recta 60 km).

En muchos mapas y documentos de senderistas se habla de radares o base de radares, pero realmente fue un repetidor de radio. Quizás sus enormes antenas parabólicas destinadas a la emisión-recepción por dispersión troposférica llevaran a que algún editor de mapas supusiera que se trataba de estación de radar.

A finales de los años 90 fue disuelta la RTM y fueron cerrados y desmantelados la mayoría de los centros, quedando a merced del vandalismo. Actualmente solo queda operativo en La Salada un repetidor de protección civil. Aunque muy deteriorados, aún son reconocibles lugares como los dormitorios, el gimnasio, la sala de cine, las cocinas, el comedor, los generadores de electricidad, el cuerpo de guardia, las salas de transmisiones, campo de baloncesto, helipuerto, talleres militares y, por supuesto, las antenas.  



Este emplazamiento es un lugar muy significativo durante la guerra civil, al finalizar la batalla de Teruel, en Julio de 1938, las tropas nacionales avanzan en dirección a Valencia. La 12 División del Cuerpo del Ejército del Turia al mando del general Asensio, después de haber tomado los pueblos de Manzanera y El Toro, y ante la imposibilidad de cruzar el frente establecido a la altura del puerto del Ragudo, decide avanzar en dirección a las fuentes del Palancia, alcanzando una loma al este del vértice Salada tras duros combates, con la intención de romper la línea defensiva establecida por el ejército de la República, línea XYZ o línea Matallana, y avanzar en dirección Andilla-Canales.

El día 19 de Julio las tropas de la 12 División enfrentan una fuerte resistencia por parte de la 47 División del Ejército Popular de la República. El día 20 es relevada la 12 División por la 81ª, y el ejército republicano contraataca infligiendo a las tropas de la 81ª un significativo quebranto. Relevadas las tropas del general Asensio, la ofensiva queda detenida. El 23 de julio, la 81 División logra tomar Peña Juliana pero no puede mantener la posición ante los fuertes contraataques y es autorizada a retirarse del cerro. El 25 de julio se detienen las operaciones ya que en la noche del 24-25 se produce la ofensiva republicana en el Ebro, para evitar la toma de Valencia, viéndose obligando al ejército nacional a ofrecer su esfuerzo principal en el frente de Gandesa.

Vértice Salada fue un paisaje de trincheras, en el que cinco o seis mil soldados republicanos combatían a la desesperada intentando salvar Valencia del avance de las tropas franquistas que contaban con más de 20.000 hombres. De aquella violenta contienda quedaron restos de todo tipo, proyectiles, túmulos, trincheras y numerosos cadáveres de ambos bandos.

Tras la guerra se enterró con dignidad a los franquistas, también a muchos integrantes de las tropas moras, incluso existe un cementerio árabe en La Abejuela. Pero a los republicanos se les dejó allí y fueron enterrados por los propios vecinos de la zona en fosas comunes. El 3 de mayo de 1939, el acalde de Abejuela escribió a su colega, el alcalde de El Toro, en estos términos:


   Muy señor mío y compañero: Con esta fecha esta Alcaldía procede al enterramiento de los cadáveres abandonados en este término municipal y ruega a V. por sentimiento cristiano y por respeto a la dignidad humana, proceda hacer lo mismo en su término municipal. Dios guarde a V. muchos años. Abejuela 3 de mayo de 1939, año de la Victoria. Firma el escrito el alcalde nacional.




Precisamente en Vértice Salada un incendio acaecido en el año 1993 provocó la deflagración de numerosas bombas de mano y granadas, convirtiendo el fuego en una sucesión de explosiones que dificultaron en gran medida las labores de extinción. Cuando consiguieron controlarlo, de entre los arbustos carbonizados aparecieron restos de todo tipo y numerosos fragmentos de cadáveres deslavazados.

Dicen que en Pozo Junco aún puede haber enterradas en la actualidad 200 o 300 personas; la Nevera Honda puede sumar 175; en el Molinete, donde se levantaba un campo de concentración, no se sabe calcular el numero de cuerpos, como tampoco en el Monte de los Muertos y así en numerosos e indeterminados lugares a lo largo de toda la zona de esta sierra trágica del Palancia. De hecho el Grupo para la Recuperación de la Memoria Histórica de la Comunidad Valenciana tiene localizadas hasta siete fosas en esta zona.

Junto al valle de los caídos oficial, en el que descansan y reciben honores los restos del dictador, existen muchos otros Valles de los Caídos silenciados por más de setenta años de olvido forzoso, en las laderas de la sierra del Toro espera uno de ellos.


Fuentes de los textos:
http://www.elplural.com/2012/04/23/cientos-de-soldados-republicanos-
comparten-olvido-en-las-fosas-de-el-toro
https://es.wikipedia.org/wiki/Salada














































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Por otra parte, tengo intención de conservar los lugares que visito en el mejor estado posible y durante el mayor tiempo posible, por ello no doy localizaciones, a parte de los sitios muy conocidos, y por ello muy vandalizados, cuya ubicación ya cito en los textos.

No saqueo, no robo, por supuesto respeto las cerraduras que están cerradas, no rompo cosas, paso por el sitio dejándolo intacto, solo hago fotografías y disfruto mucho de lo que me rodea.