Bibioj es una aldea que
pertenece a la localidad de Villahermosa del Río, en la comarca del Alto
Millares. Situado en la falda meridional del Penyagolosa y la Sierra de la
Batalla, accesible por una estrecha pista forestal, siempre que no llueva o
nieve, ya que ésta se hace absolutamente impracticable en esos casos.
Llegó a tener 37 casas,
la mayoría de grandes dimensiones, con dos plantas y cambra o sobrao en la parte
superior; tres tabernas y una escuela, construida durante la II República.
En el año 1956 contaba
con diez habitantes, según el padrón de 2008, el último que se hizo, permanecían
cinco habitantes, en la actualidad efectivamente la única persona que anda sus
calles es un pastor que vive a unos dos kilómetros, totalmente aislado.
Él y sus 30 ovejas, cinco
cabras y dos perros enormes y juguetones, pasan a diario por la calle principal
del pueblo y son testigos de cada piedra que cae, de cada viga que se vence y
cada pared que se derrumba. Las casas se derrotan, nos dijo, cada dos por tres
se derrota una. Derrota, eso es lo que ha hecho esta pequeña aldea, derrotarse desamparada
y triste.
De hecho le dimos un buen
susto, sin pretenderlo, cuando le saludamos desde lo alto de la loma que
sustenta el pueblo, desde hacía cinco años, nos dijo, nadie lo habitaba. Los
últimos que se marcharon, en el año 2008, una pareja de alemanes idealistas con
dos hijas pequeñas que intentaron rehabilitar la escuela y tuvieron que darse
por vencidos tras pasar un par de duros inviernos y caérseles casi encima el
techo.
El caserío va a ser
saqueado varias veces durante la guerra civil, y sus alrededores fueron refugio
para los fugitivos Republicanos que huían de los fascistas al final de la
contienda, gracias al hecho de que era un lugar de difícil acceso y se
encontraba a más de una hora de distancia de la cabecera de municipio.
No disponían de los
servicios básicos, ni luz ni agua, aunque hay agua abundante en la zona; el
médico y el cartero tenían que venir a caballo desde Villahermosa, hasta que se
hizo la pista a golpe de pico y pala. Progresivamente se fue despoblando, sobre
todo en los años 60 y en la actualidad no queda una sola casa en la que no se
vea el cielo a través de las vigas.
El primer edificio que hay, a la entrada del pueblo, es la escuela de instrucción primaria, construída durante la Segunda República, el último en deshabitarse. Curiosamente es la primera vez que encontramos una población con escuela y sin iglesia, cosas de los rojos...
Me ha parecido genial. Gracias por compartirlo. 😊
ResponderEliminarGracias a ti por comentar!
EliminarMi suegro me dijo que nació ahí y fui a visitarlo para ver,la zona es una pena que caiga en el olvido y mi sorpresa fue que me dijo que le pertenece a el y a sus hermanos por escritura y planos.
ResponderEliminarVaya, que curioso! ¿Son propietarios de toda la aldea o de alguna casa o casas? Tendrán muchísimas historias que contar. El lugar es realmente mágico!
EliminarToda la aldea
EliminarHola, somos un grupo de amigos buscando un lugar para repoblar por Castellón. Estamos interesados en contactar con tu suegro para hacerle una oferta. Sería estupendo encontrar un sitio tan bonito y con tanta historia para volver a darle vida. Te dejo mi e-mail. Leoelena7@hotmail.com . Gracias
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