domingo, 10 de abril de 2016

UNA TONELADA DE PECES MUERTOS


Como arruinar una reserva natural en menos de 30 años: 

Una empresa minera concesionaria extrae un mineral complejo compuesto de calcopirita, galena y piritas. Para su procesamiento se dispone de un lavadero de mineral, que vierte directamente los lodos residuales al mar, en un principio con cierto control, finalmente sin restricciones con la connivencia de la administración. 

Hacia 1957 se estaban tratando 2.400 toneladas de mineral diarias. En los años 60 ya era más que evidente que los vertidos no iban mar a dentro, todo lo contrario, colmataban la bahía hasta el punto de impedir la entrada de barcos. Empezaron las denuncias tanto desde la Jefatura de Minas como desde La Dirección de Costas y el Instituto Español de Oceanografía. En 1961 se vertían al mar 6.000 toneladas diarias de residuos.




En 1964 la empresa solicita ampliar la producción, y con ello los vertidos, a cambio construiría un puerto y entregaría cuatro millones de pesetas de la época como indemnizaciones a los pescadores.

La propuesta gustó a los pescadores y al Ministerio de Turismo que veía una oportunidad para sus planes de desarrollo. Haciendo caso omiso de las denuncias y de los informes técnicos en contra, y en virtud de criterios estrictamente mercantilistas, el 21 de Julio de 1969 el MOPU dictó una orden donde se eliminaban todos los condicionantes de vertido al mar. El ayuntamiento afectado presentó recurso, pero fue desestimado por el tribunal supremo.

En los años 80, conscientes ya de la magnitud de la catástrofe, la presión ciudadana y de los medios de comunicación aumenta considerablemente. Se hicieron importantes protestas siendo muy sonada a nivel internacional la realizada por Greenpeace en 1986, donde varios activistas se encadenaron a la tubería y la llegaron a taponar, esta fotografía del archivo de Greenpeace dio la vuelta al mundo, denunciando uno de los mayores desastres ecológicos del mediterráneo. 




En el año 1990 se consigue que se ordene el cese de los vertidos, que se hace efectivo en marzo, y en enero de 2006 se firma el actual convenio de regeneración.

En 2016 la bahía sigue absolutamente contaminada y colmatada de residuos tóxicos, el proyecto de regeneración no se ha implementado y el lavadero, que se declaró BIC en el año 2012, se encuentra en total estado de abandono y expolio sistemático.











































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Por otra parte, tengo intención de conservar los lugares que visito en el mejor estado posible y durante el mayor tiempo posible, por ello no doy localizaciones, a parte de los sitios muy conocidos, y por ello muy vandalizados, cuya ubicación ya cito en los textos.

No saqueo, no robo, por supuesto respeto las cerraduras que están cerradas, no rompo cosas, paso por el sitio dejándolo intacto, solo hago fotografías y disfruto mucho de lo que me rodea.