DESMEMORIATS
Memoria, desmemoria, sitios abandonados, desheredados y olvidados. Ruinas tristes y solitarias pinceladas de lo que fueron y perdieron en la inmensidad del tiempo y el olvido. Silencioso recuerdo a quienes los habitaron, memoria de aquellos que los hicieron posible.
jueves, 2 de abril de 2020
martes, 4 de febrero de 2020
PER BURIED ECCLESIA
Esta Gran iglesia, en las merindades Burgalesas, fué conocida durante muchos años como la Iglesia de Rozas aunque, en realidad fué la iglesia de la Casa de La Revilla, una de las casas más importantes del Reino de Castilla en los siglos XV y XVI.
La Casa de La Revilla, era una de las casas principales de la familia Velasco en su expansión por el Reino de Castilla desde el llamado Ducado de Cantabria. La Casa de Velasco perteneció a la alta nobleza y gozó de un inmenso poder en Castilla desde mediados del siglo XIV hasta finales del XV, ejerciendo siempre cargos de confianza real, la Casa de La Revilla fue, durante generaciones, Casa de militares al servicio del Rey.
El complejo de la Casa de La Revilla estaba delimitado por un cercado de sillería, que tenía como objetivo proteger el Palacio y la Iglesia, edificios colindantes, que se encontraban en su interior.
El complejo se encontraba en medio de un gran bosque de Robles, Castaños, Membrillos, Ciruelos, Guindos, Cerezos, Manzanos y Perales. Según un documento de mediados del siglo XVI, el bosque contaba con 636 robles, cantidad que fue variando en número, debido a que esta madera era utilizada para las mejoras de la Iglesia y del Palacio.
Actualmente se encuentra en estado de abandono, la iglesia aún conserva los muros de piedra en su totalidad, pero la cubierta está totalmente derruida, por ello su estado de deterioro avanza de manera irrevocable. No corrió la misma suerte el Palacio, del que solo se conservan algunos restos del perímetro de lo que fue la morada de los Señores de La Revilla.
La Iglesia, construída en 1401, es el único elemento que se mantiene, debido a que, a diferencia del Palacio, solo lleva en desuso alrededor de 40 años. Durante muchos siglos, fue la única iglesia del vecino pueblo de Rozas, y esa es la razón por la que se siguió utilizando durante tantos años, aunque los patronos y dueños del templo siempre han sido los Condes de La Revilla.
Construida en su totalidad por sillería, que actualmente no es fácil de distinguir, ya que está obligada a convivir con una abundante vegetación que la ha invadido completamente, poniendo en duda la estabilidad de sus gruesos muros. La vegetación se ha convertido en una segunda piel para la Iglesia, que desde el exterior solo permite apreciar su volumetría.
La entrada al templo está constituida por un arco de medio punto que parece conservar la fábrica original. En las pocas webs que hacen referencia a esta construcción se clasifica como románica, sin embargo no posee ninguno de los elementos característicos de las iglesias románicas de la zona y, teniendo en cuenta el año de construcción, parece muy poco probable. En general, y teniendo en cuenta los elementos conservados, parece un templo de fábrica protogótica muy sencilla y planta rectangular sin el característico ábside semicircular. El Gran óculo situado a los pies de la iglesia y el arco carpanel que sujeta el coro, son muy indicativos en este sentido.
La cubierta central, hoy desaparecida, pareció ser de medio punto, ya que se conservan los arcos formeros y algunos de los fajones, todos ellos de medio punto y de altura considerable.
En el interior de la Iglesia, nada más entrar, encontramos la pila bautismal de piedra, derribada y rota en varios fragmentos y una pequeña pila de agua bendita tallada en el mismo paño lateral, en mejor estado de conservación.
Toda esta zona está cubierta por una pequeña bóveda de cañón rebajada o escarzana, sobre la que se encuentra el coro. No es posible acceder a la parte superior de la iglesia, ya que las escaleras que daban acceso eran de madera y han desaparecido.
El coro es el punto que mejor se conserva de todo el templo, gracias a que se encuentra resguardado bajo la torre, es la única parte que conserva la cubierta. En esta zona se pueden observar restos de policromía muy sencilla, en color añil sobre una base encalada que no parece ser la original del siglo XV.
El edificio contaba con luz natural gracias a un gran óculo, situado sobre la puerta principal, imposible de visualizar desde el exterior debido a la vegetación. Desde esta zona también se podía acceder a la torre del campanario, todavía siguen en pie parte de las escaleras de madera que daban acceso.
Integrada por una única nave, cuya cubierta ha colapsado en su totalidad, cuenta con cuatro capillas laterales, adosadas en la parte central, a través de arcos de medio punto. El presbiterio, orientado hacia el noreste, a diferencia de lo habitual en las iglesias de la época, que se orientaban hacia el este, o sobre el eje de levante a poniente, se encuentra en el ábside del templo, siendo de planta cuadrada y acabado en una hornacina de bóveda de horno.
En la zona del altar mayor se encuentran los Escudos de Armas de los primeros Señores de La Revilla y sus esposas. Concretamente de las Casas de Velasco, Butrón y Guzmán.
Parte de los textos extraídos de:
arquitecturasinmemoria.wordpress.com/tras los muros de la iglesia de rozas
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