La historia de este manantial y de las bondades de sus aguas es conocida y descrita ya en crónicas romanas y musulmanas, en el siglo XV se documentan salvoconductos concedidos a los moriscos para el uso de las aguas termales, siendo el documento más antiguo conocido un privilegio firmado el 30 de noviembre de 1596.
El único edificio que actualmente se conserva fue construido en 1816 por el ingeniero y arquitecto Pedro García Faria, por encargo del conde de Casa Rojas y marqués de Bosch. Originalmente se llamó Hotel Miramar Estación de Invierno, un balneario que aprovechaba las aguas termales de la zona. El lujoso hotel de cinco estrellas contaba con 120 habitaciones, casino dotado de ruleta, sala de fiesta, dos capillas católicas, una piscina navegable, termas, salas de masaje, saunas, salas de relax, panadería, granja, gimnasio e instalaciones deportivas, zona de juegos, restaurante y sala de convenciones, además de grandes jardines con vistas al mar y a la montaña que rodeaban el edificio.
El Hotel-balneario Miramar cerró hacia 1920 y en 1936, fue adquirido por el Estado y se convirtió en un Preventorio Nacional Infantil destinado al tratamiento de niños con tuberculosis. Cerró sus puertas en la primavera de 1967, cuando se erradicó la enfermedad, y se abandonó el edificio. En el año 2006 fue adquirido por un inversor privado con el fin de ser restaurado y construir un nuevo Balneario que abriría sus puertas en 2010.
Desconozco las razones del abandono de este último proyecto, pero los indicios resultan bastante evidentes, año 2006, Comunidad Valenciana, inversor y constructor muy bien relacionado con los poderes públicos de la zona y muy bien posicionado tanto en el sector inmobiliario como en el ámbito de las inversiones y negocios relacionados con el sector deportivo, presidente y accionista de un conocido club de fútbol de primera división. Inflación y crisis del año 2008, pinchazo de la burbuja inmobiliaria, crisis bancaria del 2010, desorbitado déficit público de las administraciones locales y autonómicas, que cada cual saque sus propias deducciones.
De los años en que fué preventorio antituberculoso infantil se conservan muchos testimonios, unos dulces y otros amargos. Baste decir que se trataba de un centro regentado por las conocidas monjas de la época, repleto de niños débiles y enfermos, muchos de ellos muy pequeños y separados de sus familias durante largas temporadas, ya que los suyos no disponían de recursos para ir a visitarlos. La disciplina debió ser bastante estricta, lo primero que se encontraban todos ellos al llegar al centro era un severo rapado y la imposición de un feo y anodino uniforme. Pasillos largos, inciertos y oscuros, frío y sabañones, las ventanas de los dormitorios permanecían abiertas, incluso por la noche, el frío obligaba a usar camisetas de felpa y ropa de abrigo, los que mojaban la cama eran expuestos por la mañana a las burlas de los compañeros.
Pero también fué un sanatorio con un alto índice de recuperación en los pequeños pacientes, no hubo ninguna muerte extraña ni sucesos macabros, la alimentación era correcta, las prescripcciones médicas se cumplían a rajatabla, los niños asistían a clase, no fué un centro de trabajo infantil. A parte de la severidad y la disciplina, que fueron muy estrictas, no se tiene constancia fehaciente de los malos tratos que se vivieron en otras instituciones. Un dato revelador en este sentido es que fué una institución de pago, no de beneficencia. Muchas familias hacían grandes esfuerzos para enviar allí a sus hijos, dada la buena fama del lugar.
A partir del momento de su cierre comienzan las fantasías y misterios, fantasmas que aparecen reflejados en espejos, damas blancas, rostros que miran desde la nada, sombras en los pasillos y voces insólitas, sensaciones producidas por la sugestión y otros fenómenos inexplicables han sido asociados a este inmueble.
Cuenta la leyenda que una Dama blanca se aparecía a algunas personas reflejada en el espejo al que se llegaba al subir las escaleras que conducían a la primera planta. algunos decían que la Dama blanca reía y lloraba al mismo tiempo. Hubo quienes identificaban a esta dama blanca con la primera esposa que tuvo el conde de Casa rojas que, curiosamente, no murió aquí. Reflejos y luces que se manifiestan en las fotografías, portazos y golpes producidos por el aire abundante y sano. En definitiva, otro edificio majestuoso que se cae a trozos, abandonado a su suerte, expoliado y saqueado por los peores fantasmas, los que llegan de la mano de la codicia y la estupidez.
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Por otra parte, tengo intención de conservar los lugares que visito en el mejor estado posible y durante el mayor tiempo posible, por ello no doy localizaciones, a parte de los sitios muy conocidos, y por ello muy vandalizados, cuya ubicación ya cito en los textos.
No saqueo, no robo, por supuesto respeto las cerraduras que están cerradas, no rompo cosas, paso por el sitio dejándolo intacto, solo hago fotografías y disfruto mucho de lo que me rodea.