miércoles, 17 de febrero de 2016

HOSPITAL DEL SANTO ÁNGEL DE LA GUARDA


Desde finales del Siglo XIX el Patronato Nacional Antituberculoso construyó, a lo largo de la geografía española, varios sanatorios aislados de los núcleos urbanos para tratar algunas de las graves enfermedades que estaban asolando a la población civil como la tuberculosis, la lepra, la polio, la fibrosis o el cáncer de pulmón.

La tuberculosis fue, hasta los años 50 del siglo XX, momento en el que se consiguen fármacos eficaces para su tratamiento, una causa importante de mortalidad en todos los países industrializados. Desde comienzos del siglo XX se observa una tendencia descendente en la enfermedad gracias a la mejora de las condiciones de vida, sin embargo aún no se dispone de fármacos útiles para la quimioprofilaxis, por lo que el único objetivo viable es, en este momento, la mejora de la higiene pública y de la calidad de vida de los enfermos.

Los Sanatorios antituberculosos tenían una triple función: curativa, profiláctica y educadora. Se aislaba a los enfermos para evitar contagios entre la población, se les daban ciertas pautas para conseguir la remisión de la enfermedad y/o evitar recaídas y se seguía un tratamiento de curas pasivas de reposo complementadas con una buena alimentación y aire sano.

Alrededor de 1920 se van generalizando las curas de colapsoterapia que logran mantener la lesión pulmonar en reposo introduciendo aire en la cámara pleural. Posteriormente se aplicó la toracoplastia que, a pesar de ser bastante agresiva, logró curar a numerosos pacientes. 

Hasta el descubrimiento de la penicilina y la estreptomicina el aire frío y seco era el mejor alivio para esta enfermedad, por ello en la Sierra de Guadarrama se ubicaron varios hospitales antituberculosos.

El del Santo Ángel de la Guarda, conocido también como La Barranca es el único que, aunque en muy mal estado, todavía queda en pié. Ello se debe a que, hasta el año 1995, funcionó como hospital psiquiátrico.


La construcción, siguiendo el patrón de la Arquitectura sanitaria de la época, se dispuso en dos grandes alas principales con algunos edificios anexos, un edificio de recepción y sótanos. Tiene cinco plantas de unos 3.000 metros cuadrados cada una. Hoy en día se conserva intacta la estructura, aunque los tabiques interiores han sido derribados. Es una gran construcción de hormigón armado y cubiertas de pizarra.

La fachada posterior da a un patio que comunica con una segunda edificación sanitaria y los edificios auxiliares del generador y otros de mantenimiento.


Los interiores han perdido cualquier indicio que refleje el uso anterior del edificio, están llenos de basura y escombro y todos los elementos metálicos y cualquier otro han sido robados. Se dice que en el sótano quedan restos de las calderas, pero no pudimos acceder porque algún friki debía haber hecho algún tipo de ritual y el olor a animal muerto y moscas eran memorables.

Las leyendas en torno a este famoso edificio, como en cualquier hospital abandonado sobre todo si ha sido psiquiátrico, son numerosas. Se cuenta que en épocas pretéritas varias personas se suicidaron en el lugar, y no son pocos los testimonios que afirman ver figuras allí, niños correteando por los pasillos, ancianas de blancas vestiduras, espectros que se aparecen en mitad de la noche, aires fríos, portazos en puertas que no existen y ni se sabe que otras fantasías. Por eso es un lugar muy visitado por los amantes de las manifestaciones paranormales, aunque el día que estuvimos nosotros por allí debían estar todos los fantasmas ausentes porque ni pío dijeron, a parte del incesante y atronador zumbido de las moscas en los sótanos.

Desde luego impresionan las dimensiones del edificio y el sitio espectacular en el que está ubicado, pero aparecidos ni uno.



                                        Por lo demás, pido disculpas por la mala calidad de las fotos, 
                                        fueron hechas con una compacta y sin trípode…
























1 comentario:

Si te apetece comentar, sugerir o proponer cualquier cosa, aquí puedes hacerlo.

Por otra parte, tengo intención de conservar los lugares que visito en el mejor estado posible y durante el mayor tiempo posible, por ello no doy localizaciones, a parte de los sitios muy conocidos, y por ello muy vandalizados, cuya ubicación ya cito en los textos.

No saqueo, no robo, por supuesto respeto las cerraduras que están cerradas, no rompo cosas, paso por el sitio dejándolo intacto, solo hago fotografías y disfruto mucho de lo que me rodea.